Sin ninguna duda, el trabajo milenario e incansable del viticultor ha sido lo que ha marcado los paisajes vitivinícolas de las zonas de la denominación de origen Penedés y Cava, y es igualmente cierto que la contemplación de nuestras parcelas de viñedo genera en el inconsciente de los visitantes un tal encanto que suscita emociones fuertes y inolvidables, debido su característica ubicación y a sus construcciones de piedra que no destacan en la línea del horizonte.
Este estrecho vínculo hombre – viñedos toma cuerpo si pensamos que la apreciación de un vino es algo puramente subjetivo e intrínseco a nuestras experiencias y percepciones. Es nuestro objetivo hacer entender al cliente nuestra filosofía empresarial que es aquella de producir los mejores vinos con dedicación, paciencia e innovación.
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