Ícarus es uno de los personajes de la mitología clásica, conocido por el famoso episodio del vuelo que terminó en la ruina debido a su arrogancia, lo que los griegos llamaron "Hybris". Él es el emblema del hombre que se atreve a desafiar a los dioses, un poco como Ulises, va más allá de los límites de la comprensión humana para tender hacia algo que lo eleva de su condición terrenal, hacia una dimensión más alta e inalcanzable. Este personaje legendario es algo controvertido y está sujeto a interpretaciones discordantes, para nosotros él es el héroe audaz que se destaca de la cotidianidad y del “aburrimiento“ con este vuelo imprudente. El anhelo de un ideal de perfección que no se puede conquistar, la falta de medida, la exageración, el deseo extremo de ir más allá de los límites en los que el ser está destinado a permanecer como perfectible e imperfecto. La adrenalina es parte del hombre, de lo contrario no habría apoyos extremos. Nuestra identificación con este personaje es completa, adoptamos su misma actitud y abrazando nuestro deseo utópico y órfico, aceptamos el desafío de producir un vino con la autóctona variedad Xarel·lo sin conformarnos nunca a los productos que estamos acostumbrados a elaborar y optando siempre a la innovación y al alcance de lo imposible.